El entrenamiento y la revisión periódica de la visión es un tema bastante olvidado por entrenadores y deportistas. No obstante parece que con el paso de los años, más personas son conscientes de lo indispensable que resulta su realización para practicar diversos deportes. 

 

Además, es muy importante contar con el asesoramiento de nuestro óptico-optometrista para saber cuáles son las mejores opciones que tenemos según nuestra disfunción visual y el deporte que queramos realizar.

 

Como sponsors del 25º Triatlón de Sevilla de este año, queremos recalcar la importancia de llevar a cabo este tipo de exámenes visuales, además de la protección necesaria para nuestros ojos. Pero… ¿Realmente estamos bien informados? Hoy os dejamos con una entrevista de lo más interesante.

 

Se trata de Estefanía, una joven triatleta que, además, tiene miopía, astigmatismo y un ojo vago. Llegó a hacer triatlón sin gafas ni lentes de contacto, y mucho menos con gafas deportivas graduadas.

 

C: Estefanía, ¿cómo empezó tu aventura en el mundo del triatlón?

 

E: Desde siempre me ha gustado el deporte, empecé practicando natación y taekwondo en un gimnasio cuando apenas tenía 5 años, después de ir al colegio. Además, desde bien pequeña me compraron una bicicleta y me encantaba irme por el campo y la montaña con mi familia. Con los años me interesé por el running, y empecé a entrenar con un grupo de amigos. Empezamos a hacer carreras de 5 y 10 km hasta que llegó el momento en el que nos planteamos hacer nuestro primer triatlón. ¡Y ahí empezó todo!

 

C: ¿Desde cuándo tienes miopía, astigmatismo y ojo vago? ¿Qué utilizabas para ello?

 

E: Pues me diagnosticaron miopía, astigmatismo y ojo vago con 4 años. Fue en casa viendo una película de dibujos y le dije a mi madre que veía mal al personaje que estaba saliendo en ese momento. Arrugaba el hocico y achinaba los ojos, entonces mi madre me llevó a un especialista y… ¡Sorpresa, un 3×1! Así que empecé a llevar gafas y parche, el cual llevé durante 2 años aproximadamente.

 

C: ¿Practicabas deporte con tus gafas de ver?

 

E: Practicaba deporte sin gafas. En natación, obviamente, no las podía llevar porque necesitaba las gafas de natación. Y en taekwondo no me dejaban, porque al ser un deporte de contacto, se me podían caer o romper. Así que veía borroso durante toda la práctica.

 

C: ¿Y cuando fuiste más mayor? ¿Qué llevabas cuando hacías triatlón?

 

E: Cuando fui más mayor, seguí el mismo rol. Me quitaba las gafas para practicar cualquier deporte, excepto en bicicleta, que me dejaba las gafas de ver pero tampoco tenía gafas de sol graduadas. Cuando empecé a correr, tampoco las llevaba, y llegué a hacer triatlones sin ver un pimiento. Al nadar, me daba cuenta porque seguía a los compañeros; cuando iba en bici llevaba las gafas de ver y el sol me molestaba; y cuando corría, sabía que había llegado a la meta porque veía el contador y las pancartas.

 

Más tarde, opté por usar lentes de contacto por cuenta propia y recomendación de otros compañeros, pero no de mi óptico.

 

C: ¿Nunca nadie te informó de las opciones que tenías?

 

E: No, ni a mi ni a mis padres nos informaron de otra cosa que no fueran las gafas graduadas de ver. De hecho, recuerdo un año que fui a esquiar y mi madre pidió asesoramiento acerca de unas gafas de sol que pudieran protegerme los ojos en la nieve. Acabé llevando unas gafas de sol graduadas, como las que te pones para salir a la calle. Que, como es normal, me duraron solamente ese día. Al no ser especiales para practicar deporte, no tenían sujeción suficiente para aguantar las bajadas y acabaron precipitándose y partiéndose en dos.

 

C: ¿Crees que existe desinformación acerca de las gafas graduadas y de sol graduadas para los deportistas?

 

E: Creo que actualmente la gente está empezando a tener más conocimiento y consciencia sobre el tema en el deporte, pero que aún queda mucho por recorrer e informar. Gracias a la divulgación que se está haciendo, los deportistas se están interesando por ello, sobre todo los que como yo padecen alguna disfunción visual. A mis 30 años jamás me han hecho una recomendación aún diciendo que practicaba deporte, así que iba un poco a ciegas, nunca mejor dicho.

 

C: Ahora que tu percepción acerca de la importancia de llevar gafas de sol graduadas para el deporte ha cambiado, ¿qué les dirías a la gente que puede estar en la misma situación que has estado tu?

 

E: Pues les diría que buscasen a un especialista de confianza que pueda asesorarles de la mejor manera y brindarles una solución. Siempre hay opciones para todo. ¡Yo no sabía ni que las gafas de sol deportivas se podían graduar! Y si viven en Sevilla o alrededores… ¡Que vayan a Crealens sin duda! Conoceros me ha ayudado a optar por lo que más me conviene para realizar mis deportes favoritos, además de mejorar mi visión en la práctica deportiva. Con las gafas correctas, se abre un nuevo mundo que no se ve con una montura inadecuada.